El Unabomber tenía razón, a veces. La curva traza una
trayectoria logarítmica hacia el hemisferio izquierdo, lo utilitario, lo práctico,
lo pragmático. Nuestra forma de ver el mundo pasa a través del anteojo de la
ciencia. Vivimos en la mejor época de nuestra raza porque podemos vivir en un
sitio que está conectado con cualquier otro del globo y podemos comer fideos
empacados hace 36 horas por niño
asiático de 7 años con desnutrición.
Tenemos acceso a la información como nunca antes se ha tenido, hasta que la comodidad de la búsqueda
instantánea sustituye el trabajo mental de la interrelación de sucesos para
sacar la consecuencia lógica de tal acto, el aprendizaje. A medida que podemos
saberlo todo vamos perdiendo la perspectiva contextual sobre el hecho en sí. Saber algo por el mero
placer de la sapiencia es desperdiciar capacidad, no nos aporta nada, por lo
tanto, no nos interesa saberlo. Blas de Lezo no tenía un ipad 5, que se pudra
en el olvido de la antigüedad retrograda.
Cuando la técnica reemplaza a la moral se forman autómatas
que buscan con desespero la última actualización que les permita unir los
universos de su propia conciencia individual y el mundo global cambiante en exceso. El lenguaje de
programación se va convirtiendo en la
cremallera que une lo etérico y lo físico, aunque las dos cosas hoy día
signifiquen lo mismo. Nuestra mente lo sabe en el subconsciente y hace que
el consciente sufra por tal autoengaño malsano. Si un evento no está en el
facebook no ha existido, se hacen miles
de fotos para inmortalizar la boda, como para aligerar la carga de nuestra
memoria anquilosada por los momentos épicos de nuestras series de TV
preferidas, si ese android no puede mover datos a 4G no serás la vanguardia de
la elite preconceptual del futuro. El consumismo tecnológico y su aplicación a
la mente provoca languidez del sentido del juicio y gana por goleada al planteamiento deductivo-inductivo
de la filosofía de cualquier época. La derrota de la psique personal y la
formación de la graja humana, el rebaño, donde el ganado piensa y come lo que le dan sus cuidadores mientras
estos confabulan su destino.
En ese contexto, la apatía-orgullo es la norma, la redundancia,
la orquestación, la estirpación de la curiosidad y la estupidez congénita de
una sociedad que busca la salida a los problemas en ecuaciones que explican el 0,00005% del universo forman el arquetipo
mental actual. El gilipollas-autocomplaciente u “ Homo-Tablet” . Se puede percibir sobre todo en la literatura. Las palabras
antaño portadoras de la mayor de las verdades y las mayores mentiras son
relegadas al ostracismo .Ellas son el quinto elemento de la matriz creadora
humana, no los altos edificios refulgentes que se alzan sobre el lodo de la hipocresía ni las armas capaces de
destruirlos, no los estudios de ingeniería social ni los congresos sobre
desarrollo empresarial. Sólo las palabras pueden fertilizar nuevos conceptos inexistentes como
los espermatozoides el óvulo. Ellas si unen mundos tan dispares, como el abismo
insondable de nuestra imaginación y la capacidad creadora del hombre. La
literatura de verdad se desprecia porque no puede comprenderse o porque nos
haría ver la tortuosa realidad de la total ambigüedad del mundo. Con las
palabras pude demostrarse que dos y dos son cinco o incluso que la tierna
desnudez en el crepúsculo es la unión alquímica con el demiurgo. Si se pierde
el aporte de las palabras a la comprensión subjetiva, se convierten en
cascarones vacios que portarán nuevos datos a la matrix de la colmena, y si su contenido no satisface el desarrollo de
la polarización, serán desechados.
¿Exageración? Un homo-tablet SABE cuál es la diferencia
entre eficacia y eficiencia, quien es Lady Gaga, de que murió Michael Jackson, se
emociona con los goles de Messi, se esconde en sus casa cuando tiene que tomar
partido por la evolución de su sociedad, cambia de canal cuando sale Punset y
se queda interprerrito como si tuviera una lobotomia cuando un blindado judío
aplasta una protesta callejera con sus 90tn de peso, utiliza los libros para nivelar
la mesa donde comerá sus productos adulterados genéticamente que son más bonitos y menos sanos, sabe que un jedi tiene un sable de luz con el
cual lucha por una más que dudosa moral, sabe que tiene mucho que perder si abre la boca en el curro,
sabe que tiene miedo de perder lo poco que tiene y por eso debe agachar el lomo, sabe que preguntarse
cosas lleva a la confusión, que es la antesala del verdadero conocimiento.
Pero sin embargo…..NO SABE que la ley y la ética dejaron de
abrazarse cuando pusieron su destino en manos de la aristocracia, nunca se
estremecerán con la pasión pseudoenfermiza de Becquer, nunca dudará de los
frágiles cimientos de su propio yo
porque no quieren saber quién es Russel, no sabe que una mala educación es un
obstáculo formidable para la mente, nunca sabrá que la química solo es la tercera parte del conocimiento de la
materia ,nunca encontrará la paz leyendo a
krishnamurti bajo un cedro, no sabe que la toma de roma por los
Ostrogodos fue más significativo que el colapso momentáneo que sufrió el mundo
por la distribución de Blackberrys defectuosas, no sabe que Boadbil lloró de
amargura cuando abandonó la Alhambra al triste destino de la inquisición y la
desmedida ambición de hombres más poderosos y menos sabios , no ha gritado de extasis
cuando las valkirias de Wagner recompensaban la gloriosa muerte en combate con
la vida eterna, no se ha horrorizado de
la cruenta guerra a través de los grabados de Goya, no sabe que la degeneración de la calidad
educativa los convierte en una masa dócil e ignorante destinada a procrear y morir, no sabe que el eterno retorno del superhombre
de Nietzsche les escupe y los odia al pasar sobre sus vidas mecánicas ,no sabe
que su sociedad esta imbuida por mil
años de una religión cobarde y antivitalista que los juzgaba incluso por su
propia naturaleza , no sabe que en mayo del 68 un país europeo puso al gobierno
entre la espada y la pared porque la
gente simplemente se harto, no sabe que no hará nada si no cambia el mismo antes….no
sabe que el futuro de todos y su futuro está en sus manos.
(Hyperion y yo)